El matrimonio de Digna y Pedro ha llegado a su fin. La matriarca ha tomado una decisión drástica tras años de soportar las mentiras y manipulaciones de su esposo.

En un momento cargado de tensión, Digna le ha comunicado a Pedro que abandona el hogar familiar, dejando claro que no hay marcha atrás: “He pedido que me hagan las maletas y esta tarde me iré de esta casa”.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre Pedro, que ha intentado detenerla con todo tipo de argumentos. En un último recurso desesperado, le ha confesado que padece un cáncer de páncreas con metástasis, asegurando que le queda muy poco tiempo de vida. Sin embargo, esa revelación no ha conmovido a Digna, quien considera que sus palabras son una manipulación más.

La ruptura se produce después de que Digna recordara todo el daño que Pedro ha causado, especialmente a Joaquín, su propio hijo, al que manipuló, drogó y llevó al borde de la destrucción emocional.

“Jugaste con un hombre que había tenido problemas con el alcohol. Casi consigues hundirlo y convertirlo en un desecho, y te maldigo por ello”, le ha reprochado con firmeza.

Lejos de retractarse, Pedro ha intentado justificar sus acciones asegurando que actuaba por el bien de Joaquín, pero Digna no ha cedido: “No sabes querer a nadie. Solo te quieres a ti mismo. Lo único que has hecho en toda tu vida ha sido hacerle daño a las personas que están a tu lado”.

Ante la incredulidad y súplicas de su esposo, Digna ha mantenido su postura: prefiere estar al lado de sus hijos y dejar atrás un matrimonio marcado por la mentira y el sufrimiento. “Ahora me voy a estar con mis hijos. Es con quienes quiero estar. Y esta tarde vendré a por mis cosas”, ha sentenciado antes de abandonar la conversación.

Con esta decisión, Digna pone punto final a una relación llena de sombras, y abre un nuevo camino en el que busca la reconciliación con su familia, aunque la confesión sobre la enfermedad de Pedro podría traer nuevas repercusiones en los próximos capítulos de ‘Sueños de libertad’.