El capítulo 389 ha dejado una de las escenas más duras y comentadas de la semana. La relación entre Pedro y Digna alcanza un punto de no retorno tras un violento estallido de celos que pone en evidencia la cara más oscura del empresario.

Todo comienza cuando Pedro descubre que Digna ha estado con Damián, convencido de que su encuentro va más allá de una simple visita familiar.

Aunque ella insiste en que fue a ver a su nieta Julia, las dudas y la desconfianza se apoderan de él. Las palabras de Digna, cargadas de reproche —“Tú eres el peor error que he cometido en mi vida. No sabes cómo me arrepiento de haberte casado contigo”— no hacen más que encender la rabia de su marido.

El enfrentamiento escala rápidamente. Pedro, fuera de sí, la acusa de esperar su muerte para correr a los brazos de Damián. La tensión se convierte en agresión física cuando él la sujeta con fuerza, ignorando las súplicas de Digna, que desesperada le grita: “Me estás haciendo daño, suéltame”.

El forcejeo termina de la peor manera. En un movimiento brusco, Digna se golpea en la cara contra la puerta del comedor, dejando claro que la violencia ya ha superado cualquier límite. Aturdida y herida, huye de la habitación mientras Pedro, todavía en shock, intenta disculparse sin éxito: “Perdóname, Liza, por Dios”.

Este episodio marca un antes y un después en la trama, pues la agresión no solo fractura definitivamente el matrimonio, sino que también despierta sospechas en su entorno. Además, Pedro añade una dosis más de crueldad al advertir que, si Digna se atreve a marcharse, la denunciará.

Con esta desgarradora escena, la serie abre un nuevo frente dramático que no dejará indiferente a los espectadores, mostrando las graves consecuencias de los celos y del abuso de poder dentro de una relación.