En ‘Sueños de libertad’ hemos sido testigos de un momento clave en la relación entre María y Andrés.

La joven, decidida a no renunciar a su sueño de ser madre, le confesó a su marido su deseo de adoptar un bebé, convencida de que esa decisión podría ser la tabla de salvación de su matrimonio.

María, que atraviesa un momento delicado, cree que la llegada de un hijo podría devolverles la unión y la ilusión que han perdido. “Sería la mejor forma de dar todo nuestro amor a alguien”, le aseguró a Andrés, convencida de que está preparada para afrontar esa responsabilidad con ayuda, aunque todavía le oculta que ha vuelto a caminar.

La reacción de Andrés fue de sorpresa y escepticismo. Para él, la idea de traer un niño a sus vidas en pleno desgaste de pareja no es la solución. “Hablamos de la vida de un ser humano, con eso no se juega”, le advirtió con firmeza, dejando claro que no cree que un hijo pueda resolver sus diferencias.

Aun así, María insistió, inspirándose en el ejemplo de Joaquín y Gema, quienes adoptaron a Teo y lograron formar una familia estable. Con ese referente, ella confía en que también podrán salir adelante.

Finalmente, Andrés le prometió que lo pensaría, aunque sus dudas siguen muy presentes. Con esta conversación, la serie dejó abierta una incógnita sobre el futuro de la pareja: ¿podrán realmente cumplir su sueño de ser padres o será este el último intento de María por retener a Andrés a su lado?

Un giro que marca sin duda uno de los momentos más emotivos y decisivos de los últimos capítulos de la ficción.