En el último capítulo de ‘Sueños de libertad’, Begoña atraviesa uno de sus momentos más delicados desde que inició su nueva vida junto a Gabriel.

Tras varias semanas de malestar, náuseas y retraso, la enfermera se sincera con su amiga Luz y decide hacerse una prueba de embarazo. La escena, cargada de emoción, revela la vulnerabilidad de una mujer que teme volver a tropezar con su pasado.

Mientras intenta animar a Luz —preocupada por la traición de su marido con Cristina—, Begoña termina confesando que no se siente bien y que incluso llegó a vomitar el desayuno. Entre dudas y silencios, reconoce que lleva varios días de retraso. Luz, alarmada, la anima a realizarse una revisión médica cuanto antes, pero la noticia deja a su amiga completamente desconcertada.

“Imagínate la situación, Luz. Estoy soltera y hace muy poco que he empezado mi relación con Gabriel”, admite Begoña, temerosa de enfrentarse a una nueva maternidad en un momento tan inestable. Su mente vuelve inevitablemente a Jesús, su anterior marido, y a los fantasmas que aún la acompañan.

La posibilidad de estar embarazada de Gabriel despierta en ella sentimientos encontrados: el miedo a repetir errores del pasado y la ilusión —aún reprimida— de construir una nueva familia desde el amor y no desde el control.

Luz, con su habitual sensibilidad, le promete que no estará sola y que la apoyará en todo momento. Pero también le recuerda que debería contárselo a Gabriel. Begoña, sin embargo, prefiere esperar. No quiere precipitarse ni aumentar la tensión con él, que en los últimos días se ha mostrado más distante.