En ‘La Promesa’, las tensiones han estallado entre Manuel y Leocadia después de que el heredero descubriera un movimiento que pone en evidencia las verdaderas intenciones de la señora de Figueroa: apoderarse de su empresa.

El detonante ha sido una llamada crucial de Pedro Farré, que Leocadia interceptó sin el conocimiento de Manuel, desatando un enfrentamiento que podría cambiar el rumbo de la trama.

El motor desarrollado por Manuel junto a Toño y Enora estaba listo para ser evaluado por un equipo de ingenieros de la empresa de Pedro Farré. El compromiso era claro: Pedro avisaría directamente a Manuel con los resultados. Sin embargo, el esperado mensaje nunca llegó, y en su lugar apareció un informe de ventas que encendió todas las alarmas.

Al contactar finalmente con Pedro, Manuel descubrió que sí se realizó la llamada… pero fue Leocadia quien la recibió. La mujer minimizó el contenido, asegurando que solo había sido una conversación trivial sobre el buen funcionamiento del motor, algo que, según ella, Manuel ya conocía.

Lejos de creerla, Manuel concluyó que Leocadia buscaba beneficiarse económicamente y que su interés por invertir en su empresa tenía un objetivo oculto. Con determinación, canceló la firma del acuerdo y le dejó claro que no tendría acceso a su porcentaje.

La situación escaló cuando Alonso, el marqués de Luján, irrumpió para defender a Leocadia, interpretando el incidente como un simple malentendido. Pero Manuel, firme en su postura, le recordó que, tras la llamada, Leocadia se apresuró a intentar comprar el 100% de la compañía.

Aunque Alonso continúa confiando en la señora de Figueroa por su “generosidad”, Manuel ha decidido mantenerlo al margen del asunto y proteger su negocio a toda costa. El futuro revelará si el marqués acaba descubriendo las verdaderas intenciones de Leocadia, pero lo que está claro es que la guerra por la empresa de Manuel acaba de comenzar.