El final de Pedro está cada vez más cerca y el empresario está dispuesto a morir matando, en el capítulo 401 de ‘Sueños de libertad’ del jueves 25 de septiembre.

El final del capítulo 400 nos dejó impresionados con la reacción de Gabriel (Oriol Tarrasón) al encontrar las cartas de su padre… El sobrino de Damián (Nancho Novo) ahora se encuentra en una posición delicada…

La revelación que le hizo Don Pedro (Juanjo Puigcorbé) solo puede significar que alguien en la casa va por delante y todos son sospechosos: desde Manuela (Pepa Aniorte)… hasta Begoña (Natalia Sánchez)… Conoce más detalles en nuestro avance semanal de ‘Sueños de libertad’ del 22 al 26 de septiembre.

Luz acude a la llamada de Digna y confirma que Pedro se encuentra en la fase final de su enfermedad. El empresario, abatido por el dolor, le suplica que lo ayude a morir, incapaz ya de soportar el sufrimiento.

En el despacho de dirección, los problemas se acumulan y Tasio no sabe cómo afrontarlos. Primero reprocha a Andrés los retrasos en la producción de jabón, luego acusa a Irene de haberlo dejado en ridículo frente a los responsables de las bases americanas… Incluso Gaspar termina siendo víctima del estrés del nuevo director.

Claudia desobedece las órdenes de Carmen y comparte con Gema los detalles del evento privado de ventas. Gema no tarda en mover hilos para atraer a más mujeres influyentes a la presentación del perfume, obligando a Carmen a reconocer su esfuerzo pese a las diferencias entre ambas.

Gabriel visita a don Pedro en sus últimas horas con la intención de descubrir quién es el topo en la familia De la Reina, pero el empresario, fiel a su carácter manipulador, consigue desestabilizarlo de nuevo. Gabriel comprende entonces que su presencia en Toledo obedece a una peligrosa venganza.

Luz informa a Irene y a Cristina del delicado estado de Pedro, que afronta solo sus últimas horas. Finalmente, Irene decide acompañar a su hermano gracias a la insistencia de su hija.

Abrumado por la presión de sus primeras jornadas como director, Tasio busca consuelo en Carmen. Ha tenido que pedir ayuda a Andrés, discutir con Irene, enfrentarse a los Merino e incluso con Gaspar. Se siente superado y sin fuerzas para continuar, aunque encuentra en su esposa un motivo para seguir adelante.

El recuerdo de Fina golpea con fuerza a Marta, incapaz de asistir al evento de presentación del perfume. Hundida, recurre otra vez a la bebida, hasta que Carmen, preocupada por su estado, le pide que se retire.

Gabriel promete a Isabel reencontrarse con ella en su próxima visita a Madrid, pero Damián y Begoña interrumpen la llamada. El patriarca de los De la Reina se muestra contrariado al descubrir que su sobrino ha visitado a Pedro sin informarle.

María, intrigada por las razones de Marta para renunciar a la dirección de la fábrica, descubre que Andrés también rechazó ese cargo. Entonces, intenta manipularlo para que sea más ambicioso y le recuerda que ahora es el legítimo heredero del legado de Damián.

La tensión entre ambos estalla en una fuerte discusión. Andrés abandona la habitación, pero en los pasillos presencia algo que lo desconcierta: Begoña acude en mitad de la noche a la habitación de Gabriel.

Allí, Begoña se topa con un Gabriel completamente distinto al hombre que creía conocer. Cuando intenta interesarse por su infancia y la relación con sus padres, él se muestra esquivo. Su rechazo se hace aún más evidente cuando la aparta y le pide que se marche, dejando a Begoña profundamente desconcertada.

Finalmente, Damián visita a Pedro en su lecho de muerte con la esperanza de obtener más información sobre la noche en que murió Jesús. Pero lo que recibe es una confesión inesperada: Pedro le revela la verdad sobre la muerte de su hijo. La reacción de Damián será tan sorprendente como imprevisible.