El éxito de ‘La Promesa’ en España no ha podido replicarse al otro lado de la frontera.

Rebautizada como ‘Mariana’ para su emisión en Portugal, la serie de TVE aterrizó el pasado 16 de junio en la parrilla de la cadena TVI, con la esperanza de consolidarse como nuevo referente de la ficción de tarde.

Sin embargo, el recibimiento del público luso fue todo menos cálido, con unos datos de audiencia que pronto pusieron en jaque su continuidad.

El estreno de ‘Mariana’ dejó claro desde el principio que las expectativas eran demasiado altas. Con apenas un 3,5% de rating y un 9,7% de cuota de pantalla, el primer capítulo reunió a poco más de 340.000 espectadores, cifras lejanas a las habituales en la franja vespertina de la televisión portuguesa.

TVI se quedó rezagada frente a sus competidoras, SIC y RTP1, sin que la serie llegara en ningún momento a inquietar el liderazgo de estas cadenas.

Aunque en los días posteriores se registró un ligero repunte, con picos como el del 26 de junio (3,3% de rating y 11,9% de share), el crecimiento no fue suficiente para revertir la tendencia.

La ficción nunca logró instalarse como una opción fuerte en su horario, manteniéndose siempre por detrás de sus rivales y sin lograr un seguimiento estable.

La situación empeoró durante la primera semana de julio. Los índices de audiencia se desplomaron hasta niveles críticos, con mínimos como el 1,9% de rating y 7% de cuota, lo que apenas superó los 180.000 espectadores.

En ese contexto, TVI tomó una decisión drástica: cancelar la emisión vespertina de ‘Mariana’ y reemplazarla por formatos que ofrecieran mayor rendimiento inmediato, como concursos televisivos.

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Pese al fiasco, la cadena no retiró completamente la serie, sino que la relegó a la madrugada, a partir del 8 de julio. Desde entonces, se emite en torno a la una de la mañana, después del resumen de ‘Big Brother Verão’.

Como era de esperar, la audiencia cayó aún más, situándose entre 0,5 y 1 punto de rating, con shares de entre el 5 y el 8%. En algunas noches, incluso llegó a liderar su franja, aunque se trataba de un liderazgo simbólico en un espacio prácticamente desierto.

El caso de ‘La Promesa’ en Portugal pone en evidencia que ni siquiera los grandes fenómenos televisivos nacionales garantizan el éxito fuera de sus fronteras.

Lo que en España ha sido una telenovela multipremiada, con millones de seguidores y un Emmy Internacional a sus espaldas, se ha convertido en el país vecino en una de las apuestas más fallidas del año para TVI. Una diferencia abismal que demuestra lo difícil que puede ser exportar un formato, por exitoso que sea, a un mercado con hábitos televisivos diferentes.