‘Sueños de libertad’: Marta se refugia en la bebida y Pelayo teme por su futuro político (Mejores momentos)
‘Sueños de libertad’: Marta se refugia en la bebida y Pelayo teme por su futuro político (Mejores momentos)
La trama de ‘Sueños de libertad’ ha dejado esta semana una de las conversaciones más intensas entre Pelayo y Marta. Tras la marcha de Fina, la mujer atraviesa un momento muy delicado y su creciente refugio en el alcohol ha encendido las alarmas de quienes la rodean.

Pelayo, preocupado por el rumbo que está tomando, no duda en enfrentarse a Marta para hacerle ver que su actitud no solo la está hundiendo, sino que también puede tener consecuencias más amplias.
El hombre, en plena carrera por ser nombrado gobernador, teme que esta situación acabe afectando a su imagen pública en un momento crucial.
En la escena, Marta se muestra abatida, sin fuerzas para retomar su vida. Confiesa sentirse vacía y asegura que el dolor la consume por dentro. Sus palabras destilan amargura y dejan claro que no encuentra salida a su sufrimiento. “Aquí la única experta en dolor soy yo”, le dice a Pelayo, evidenciando que nada de lo que él diga puede aliviar su estado.
Pelayo intenta animarla, pidiéndole que se sacuda el polvo y recupere la energía que siempre la definió. Pero Marta responde con ironía y un punto de frialdad: promete que se mostrará presentable para la visita de Miguel Ángel Vaca, fingiendo sonrisas y felicidad aunque por dentro esté rota. “Nadie lo va a notar, porque llevo haciéndolo toda mi vida”, asegura, dejando claro que sabe cómo mantener las apariencias.
El momento refleja la tensión entre ambos: mientras Pelayo insiste en la necesidad de fortaleza para no empañar su camino político, Marta lanza un duro mensaje sobre la hipocresía de sonreír hacia fuera cuando la realidad es devastadora.
Esta escena se ha convertido en uno de los grandes puntos de la semana en ‘Sueños de libertad’, mostrando hasta qué punto los personajes están atrapados entre sus propias heridas y las exigencias de un entorno donde las apariencias lo son todo.