“Abandono La Promesa” (Mejores momentos)
La inesperada salida de Catalina ha sumido a Adriano en un torbellino emocional. Sin comprender las razones que han llevado a su esposa a abandonar a sus hijos y alejarse del palacio, él mismo se vio tentado a seguir el mismo camino.
Durante días, la idea de marcharse de ‘La Promesa’ junto a sus pequeños fue madurando en su cabeza, convencido de que su lugar ya no estaba allí. Sin embargo, un giro en los acontecimientos le ha hecho cambiar de opinión y, finalmente, ha decidido quedarse.

Desde la partida de Catalina, Adriano ha asumido la responsabilidad tanto de sus hijos como de la gestión de las tierras de ‘La Promesa’. El propio marqués ha reconocido su esfuerzo: la prensa ya no informa de disturbios, prueba de que el rumbo del palacio se mantiene estable gracias a su trabajo. Aun así, la nostalgia y la desilusión por la ausencia de su esposa le llevaron a confesar a Alonso su intención de marcharse: “Ha llegado el momento de irme de La Promesa”.
En esa conversación quedó patente el dolor del joven. Adriano asumía que su mujer no volvería, interpretando sus últimas palabras como una despedida definitiva. Sin Catalina, sentía que ni él ni sus hijos tenían un lugar en el palacio: “Sin ella no pintamos nada aquí”, llegó a asegurar. El marqués, desconcertado, intentó persuadirlo recordándole que aquella era su casa y que Catalina tarde o temprano regresaría a buscar a su familia.
Pero fue Martina, la sobrina del marqués, quien logró hacerle ver que estaba cometiendo un error. Con su apoyo, Adriano comprendió que ‘La Promesa’ también es el hogar de sus hijos y que apartarlos de su familia no era la solución. “Me precipité al querer marcharme. Esta también es mi casa y la de mis hijos”, confesó finalmente a Martina, sellando así su decisión de quedarse.
No obstante, el cambio de rumbo no implica que los problemas de Adriano hayan desaparecido. Tras semanas de tensión, ha comunicado su intención de dejar la gestión de las tierras, una responsabilidad que le ha pasado factura. Martina ha restado importancia al asunto y se ha mostrado dispuesta a encontrar una solución.
Ahora, con Adriano y sus hijos de nuevo asentados en ‘La Promesa’, la intriga se centra en quién se hará cargo de las tierras si él decide apartarse. Mientras tanto, el joven parece haber recuperado cierta estabilidad emocional, demostrando que, pese a la ausencia de Catalina, su vínculo con el palacio y con la familia Luján sigue siendo fuerte.
Esta decisión marca un punto de inflexión en la trama de ‘La Promesa’, donde los lazos familiares y la lealtad vuelven a imponerse sobre la desesperanza. Los próximos capítulos desvelarán si la distancia de Catalina es realmente definitiva o si su regreso podría alterar, una vez más, la vida de Adriano y sus hijos.