Todo lo que sabemos sobre la muerte de Jana (Ana Garcés) 100 capítulos después…

‘La Promesa’ cumple ya 100 capítulos sin Jana, una de las despedidas más impactantes de la serie que dejó huella en millones de espectadores.

Pero, aunque su ausencia pesa, la vida en el palacio no se ha detenido… ¡ni mucho menos! Han pasado cinco intensos meses y la trama de su muerte ha dado giros que nadie veía venir.

Ana Garcés se despidió de la ficción en el capítulo 553, en un evento televisivo que RTVE convirtió en todo un acontecimiento, con doble emisión y su final llevado incluso al prime time. Una salida que no llegó sola: Cruz (Eva Martín), la gran antagonista, también desapareció de escena… pagando por un crimen que no había cometido.

Ahora, un centenar de capítulos después, la serie nos regala otra “despedida” en el marco de la investigación de Curro (Xavi Lock). Y decimos “despedida” entre comillas, porque Lorenzo (Guillermo Serrano) sigue en la serie… y, por las pistas que nos han ido dejando, parece que no es el verdadero asesino de Jana.

La investigación de Curro: Origen y aliados

Todo comenzó el día en que Jana recuperó la consciencia por última vez tras el disparo que casi todos pensaban que le había quitado la vida. Su reacción ante las preguntas de Curro fue suficiente para que este supiera que Cruz no era la culpable.

A partir de ahí, el joven inició una búsqueda contrarreloj para encontrar a quien realmente intentó acabar con ella. Su mundo se vino abajo con la noticia de su muerte, pero juró vivir para hacer justicia… o incluso vengarse.

Pronto sospechó que su fallecimiento no fue por el disparo, sino porque alguien aceleró su final justo cuando mostraba signos de mejoría. El médico que la atendió se lo confirmó, y su misteriosa muerte posterior reforzó esa teoría.

Fue Pía (María Castro) quien se convirtió en su gran aliada, confirmando la verdad más dura: Jana fue envenenada. Lo supo tras exhumar el cadáver y descubrir rastros del veneno.

La misteriosa joyería Llop

El rastro del veneno condujo a Curro y Pía hasta la Joyería Llop, un lujoso local que ocultaba un negocio mortal: asesinatos por encargo.

Allí apareció Esmeralda (Julia Piera), la gerente, quien les reveló que tras ciertos “encargos especiales” se escondían precios para contratar un asesinato: con veneno… o a través de un sicario.

Su confesión le salió muy cara. Su desaparición llevó a Curro y Lope hasta el verdadero dueño del negocio: el duque de Carril, padre de Vera.

Lope llegó a infiltrarse en el palacio de los duques para intentar conseguir un misterioso cuaderno donde se registraban los clientes de esos encargos. Buscaban el nombre del asesino de Jana… y de quien intentó matar a Curro. Pero no lograron nada. Eso sí, la presencia del capitán de la Mata en ese lugar avivó aún más las sospechas.

Tres sospechosos principales

Desde el inicio, Curro y Pía tuvieron tres sospechosos con acceso a la habitación de Jana: Leocadia (Isabel Serrano), Lorenzo y Jacobo (Gonzalo Ramos).

Jacobo fue descartado, y toda la atención se centró en Lorenzo… dejando a Leocadia fuera del radar, al menos por ahora.

La sed de venganza, acrecentada por lo ocurrido con Eugenia, hizo que Curro pusiera todo su empeño en demostrar que su padre adoptivo era el asesino.

El historial de Lorenzo con Jana no era precisamente bueno: la trató con desprecio y hasta con violencia. Más que suficiente, según Curro, para darlo por culpable.

Pero todo apunta a que, tras su detención, la verdadera asesina seguirá libre… y que Curro estará más expuesto que nunca, pues tanto ella como Lorenzo tendrán cuentas pendientes con él.

Cruz: ¿culpable o inocente?

Aunque Curro sabía que Cruz no mató a Jana, permitió que fuera encarcelada. ¿La razón? Descubrió que había matado a Tomás (Jordi Coll) y decidió que pagara así por ello, cerrando de paso el caso de Jana.

El problema es que, si algún día se prueba que Cruz no fue su asesina… ¿cómo quedará Curro ante su hermano o incluso ante su propio padre?